


Efectivamente, ver a la rubia modelo es caer prendado de una belleza que seduce desde las curvas y la figura de privilegio de esta mendocina.
En estas nuevas fotos que compartimos la vemos montada sobre una banana naútica junto a una pareja de otrora, en el cenit de su belleza juvenil (foto inferior) y ya hecha toda una mujer, de esas que uno no llamaría "chica", sino una dama hermosa a pleno derecho.
En bikini o con un top blanco, al ver a Sabrina bronceada y en la playa, uno se desmaya, y al mirarla sin parar, desea llevarla al altar.